![]() |
Se ignora la fecha de fundación
de esta Hermandad o Cofradía cuyos fines, como sucede en la mayoría
de estas instituciones eran de tipo religioso y benéfico, llevando
emparejado también el tipo festivo, ya que en la antigüedad
la única forma que tenían los pueblos para distraerse sin
ser molestados por la autoridad o la inquisición, era apoyarse en
la religión.
El dato más antiguo que se posee
es del 17 de Noviembre de 1.661, fecha en la que fue bendecida y abierta
al culto la Ermita del Calvario, dedicada a la Resurrección del
Hijo de Dios, por el Ilmo. Sr. Obispo de Arcadia, y posiblemente levantada
por esta Hermandad.
Ermita situada entonces en las afueras
de la población, junto al camino (hoy carretera) que conducía
y conduce a la ciudad de Almagro, quedando con el transcurso de los años
dentro de la población; y al construirse el primer cementerio de
Granátula en sus proximidades fue paso obligado por delante de ella
de todos los entierros, rezándose así el último responso
por el clero parroquial.
En ella se celebró culto
en determinadas festividades hasta el año 1.936, en que el fanatismo
antirreligioso de entonces asaltó el edificio, fusiló a la
imagen del Resucitado, arrojándola después a la noria que
había en las inmediaciones (huerto propiedad entonces de D. Carlos
Maldonado y. hoy de los herederos de D. Romualdo Donoso) procediéndose
días después a la demolición del edificio. En su antiguo
solar todavía se sigue instalando (según la tradición
y costumbre antigua) el "Huerto de los Olivos " para representar el Prendimiento
de Jesús el día de jueves Santo.
Transcurridos los años de
la guerra civil (1.936 - 1.939) se reanudó de forma oficiosa el
culto al Resucitado en las dos festividades principales (14 de Septiembre
y Domingo de Resurrección) Promovido por la devoción de algunos
fieles que lo costeaban a sus expensas, celebrándose en la iglesia
parroquia una Solemne Misa, ya que no existía ni imagen ni Ermita,
hasta que en el año 1.952 se reorganizó la Hermandad con
motivo de la donación a la misma de una nueva Imagen del Resucitado
por D. Leocadio Azañón Carretero, en cuyo domicilio particular,
se acordó quedara depositada dicha Imagen transcurridos los actos
litúrgicos en su honor, hasta que con el tiempo pudiera edificarse
una nueva Ermita.
Una vez reorganizada la Hermandad,
se acuerda seguir con los mismos usos y costumbres". Entre ellos podernos
destacar: Los hermanos debían acompañar en el entierro y
funeral a los hermanos fallecidos, para lo cual se anunciaba el óbito
mediante un toque de tambor que recorría las principales calles
de la población al atardecer del día del Fallecimiento. El
entierro también iba acompañado del correspondiente toque
de tambor al día siguiente con el séquito de todos los hermanos,
siendo penalizado con una multa, el que faltara sin causa justificada.
Para aquellos hermanos cuyas familias no podían sufragar los gastos
reglamentarios del entierro y funeral, la Hermandad los costeaba de sus
fondos, pues este era el principal fin benéfico de la Institución,
lo que hacía que muchas personas se inscribieran en estas Hermandades,
con el fin de tener asegurado entierro y funeral el día de su fallecimiento;
siendo por tanto el precedente de las actuales compañías
de pompas fúnebres.
Con el escaso remanente ahorrado
durante varios años y con los donativos extraordinarios de particulares,
Instituciones Oficiales y Cajas de Ahorros, se proyectó levantar
una nueva Ermita, en el año 1.982, a donde la piedad de los fieles
pudiera venerar la Imagen del Santo Cristo, para lo cual la Corporación
Municipal de Granátula presidida por aquellas fechas por D. Francisco
Gómez Gómez, cedió en usufructo un pequeño
solar de su propiedad, deforma triangular, situada en la calle del Arco,
donde se sitúa actualmente la Ermita del Santo Cristo de Resurrección. |